Ejercicio para protegernos de energías de baja frecuencia vibratoria
Busca un lugar tranquilo en donde te puedas relajar y concentrar sin ser interrumpido. Cierra los ojos y concéntrate un par de minutos en tu respiración. Imagínate rodeado por una energía/luz y luego lleno de ella. La luz puede ser clara, dorada o del color de tu elección; pídele que sea del color de la protección para ti en ese momento. Visualizar la luz con otros sentidos, como música o fragancia, es también muy bueno. Juega mentalmente con la burbuja o bola de energía dentro de la cual estás ahora. ¡Es más ancha en algunos lugares que en otros? ¡Más brillante o espesa en algunos sitios? ¡El color general es fuerte y brillante, o débil y apagado? ¿Hay rupturas en la burbuja, o vacíos, lugares más delgados o manchas oscuras?
Visualiza ahora que más luz está llenando o fortaleciendo la burbuja, y busca ahora de nuevo áreas de debilidad. Abórdalas de una en una, atrae más energía desde tu chakra coronario (sobre tu cabeza) al cuerpo y proyéctalas para sanar esas áreas dañadas. Envíalas desde tus ojos, manos, dedos o desde el chakra del entrecejo o tercer ojo. Cuando el escudo de luz sea totalmente brillante, sin rupturas ni áreas apagadas, siéntate dentro de la burbuja y observa como te sientes. Es tu escudo protector, que puede activarse en cualquier momento en el que te sientas expuesto a energías negativas o amenazadoras. La energía negativa se puede percibir como un ataque psíquico, una sensación de incomodidad mientras caminas por la calle, o un ataque del humo del cigarrillo o de las emociones de otra persona en un restaurante o inmerso en una multitud. Activa la burbuja cada vez que salgas de casa para trabajar, o para realizar otras actividades. Para recrear el escudo basta con que te concentres en ese propósito y pidas que esté allí.
También puedes programar el escudo para una protección permanente, para lo cual necesitas pensarlo con todo cuidado. Un escudo no debería ser una pared o una barrera. Una pared bloquea toda la energía entrante, incluyendo la que necesitas y te gustaría recibir. Vivir detrás de una pared resulta enseguida extremadamente incómodo. En un escudo la energía entra y sale. Me gusta un escudo que bloquee todas las energías nocivas o negativas, pero deje entrar las positivas y las útiles. Asimismo pido que mi escudo libere y elimine tanta energía negativa mía como pueda. De esta manera, lo que es nocivo o negativo desde el interior se libera y despeja.
Piensa lo que quieres que tu escudo haga y, a continuación, dilo mentalmente, mientras que encuentres todavía en estado de meditación. Por ejemplo, “sólo lo positivo puede entrar y todo lo negativo debe salir”. “Sólo lo que es mío me afecta. Libero todo lo que me pueda dañar.” Visualiza tu escudo a tu alrededor y regresa al ahora. Esta programación necesita ser reforzada de vez en cuando; la luna nueva es un buen momento para repetir la meditación. También pueden cambiarse cuando lo hagan tus necesidades de protección y sanación.
Busca un lugar tranquilo en donde te puedas relajar y concentrar sin ser interrumpido. Cierra los ojos y concéntrate un par de minutos en tu respiración. Imagínate rodeado por una energía/luz y luego lleno de ella. La luz puede ser clara, dorada o del color de tu elección; pídele que sea del color de la protección para ti en ese momento. Visualizar la luz con otros sentidos, como música o fragancia, es también muy bueno. Juega mentalmente con la burbuja o bola de energía dentro de la cual estás ahora. ¡Es más ancha en algunos lugares que en otros? ¡Más brillante o espesa en algunos sitios? ¡El color general es fuerte y brillante, o débil y apagado? ¿Hay rupturas en la burbuja, o vacíos, lugares más delgados o manchas oscuras?
Visualiza ahora que más luz está llenando o fortaleciendo la burbuja, y busca ahora de nuevo áreas de debilidad. Abórdalas de una en una, atrae más energía desde tu chakra coronario (sobre tu cabeza) al cuerpo y proyéctalas para sanar esas áreas dañadas. Envíalas desde tus ojos, manos, dedos o desde el chakra del entrecejo o tercer ojo. Cuando el escudo de luz sea totalmente brillante, sin rupturas ni áreas apagadas, siéntate dentro de la burbuja y observa como te sientes. Es tu escudo protector, que puede activarse en cualquier momento en el que te sientas expuesto a energías negativas o amenazadoras. La energía negativa se puede percibir como un ataque psíquico, una sensación de incomodidad mientras caminas por la calle, o un ataque del humo del cigarrillo o de las emociones de otra persona en un restaurante o inmerso en una multitud. Activa la burbuja cada vez que salgas de casa para trabajar, o para realizar otras actividades. Para recrear el escudo basta con que te concentres en ese propósito y pidas que esté allí.
También puedes programar el escudo para una protección permanente, para lo cual necesitas pensarlo con todo cuidado. Un escudo no debería ser una pared o una barrera. Una pared bloquea toda la energía entrante, incluyendo la que necesitas y te gustaría recibir. Vivir detrás de una pared resulta enseguida extremadamente incómodo. En un escudo la energía entra y sale. Me gusta un escudo que bloquee todas las energías nocivas o negativas, pero deje entrar las positivas y las útiles. Asimismo pido que mi escudo libere y elimine tanta energía negativa mía como pueda. De esta manera, lo que es nocivo o negativo desde el interior se libera y despeja.
Piensa lo que quieres que tu escudo haga y, a continuación, dilo mentalmente, mientras que encuentres todavía en estado de meditación. Por ejemplo, “sólo lo positivo puede entrar y todo lo negativo debe salir”. “Sólo lo que es mío me afecta. Libero todo lo que me pueda dañar.” Visualiza tu escudo a tu alrededor y regresa al ahora. Esta programación necesita ser reforzada de vez en cuando; la luna nueva es un buen momento para repetir la meditación. También pueden cambiarse cuando lo hagan tus necesidades de protección y sanación.
